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22 diciembre 2008


No solo la constancia sino la suerte llevan al éxito


No sólo la constancia es suficiente para conseguir un objetivo, también influye la suerte; ¡y de qué manera!


Animados por conseguir entrada para el último concierto de Russian Red, decidimos intentarlo con el concierto que Vetusta Morla daría en La Casa Encendida de Madrid. La entradas anticipadas duraron algo menos de media hora a la venta. En la página web de los Vetustos anunciaban que a las 20.00 h del día del concierto se pondrían a la venta algo más de 100 entradas.

Animado y seguro de conseguir entrada me presenté en la puerta de La Casa Encendida una hora antes de la puesta en venta de las entradas. Ingenuo de mí, me ví con dos entradas en la mano mientras escuchaba como ensayaban en el patio donde daría lugar el concierto. Al llegar a la taquilla una larguiísima cola, que comenzó a completarse a partir de las 16:00 tiró por los suelos cualquier tipo de ilusión que tuviese. Pero la sorpresa estaba al llegar.

Mientras tomábamos las obligatorias cañas que tomaríamos después del concierto y que hubo que adelantar unas cuantas horas, la reportera fotográfica de Galos en la Galia, recibió una llamada donde se nos invitaba a entrar al concierto con un pase especial. No era seguro, pero había que intentarlo.

Volviendo a la La casa Encencida nos topamos con dos chicos que alguno de vosotros habréis oído y visto en más de una ocasión, con cuatro entradas; las justas y necesarias. Así, nos encontrábamos poco antes de comenzar el concierto, en pleno patio de La Casa Encendida, espectantes y preparados para disfrutar de lo que estos chicos de Tres Cantos nos tenían preparado. Lo habíamos conseguido, éstabamos dentro.


El lugar era acogedor, el patio interior de La Casa Encendida, adornado con decenas de bolas que se iluminaban desde su interior al ritmo de la música. Unas 350 personas, en un pequeño espacio como ese, sin demasiados agobios, le daba un encanto que los grandes conciertos no tienen. En contra que la acústica no es la mejor, pero la de La Riviera tampoco lo es.

Pero son Vetusta Morla y su concierto siempre va a llamar la atención. Por algo tienen, si no el mejor, uno de los mejores directos que se pueden ver hoy en día del panorama nacional.


Era el tercer directo al que asistíamos y estábamos espectantes por saber como completarían un concierto donde solo ellos subían al escenario. La respuesta no era tan complicada. Vetusta Morla tiene 2 EP publicados previamente (no son nuevos en esto), La cuadratura del círculo y Mira, que detonaron su gran LP, Un día en el mundo, que tantos y tantos éxitos les está dando. Con la reproducción de su último trabajo completo más algunas canciones rescatadas de sus dos EP consiguieron un concierto completísimo.

Fue un repaso a todos las canciones que componen Un día en el mundo, pero que completaron con temas de sus dos anteriores trabajos, como por ejemplo, Mi habitación favorita o una en inglés que no había escuchado hasta ahora. Ésta última, sonó diferente. Incluso la voz de Pucho parecía distinta; no convenció mucho.


Hubo momentos dignos de mención. A parte, de estos tres o cuatro nuevos temas, que no habíamos escuchado hasta ahora. Un tema en inglés. Lo que parecía la despedida o "cambio de vida" del guitarrista. Un borrachín que ya le habían echado de un bar donde habíamos estado, bailando con el público (cómo diablos conseguiría entrada¿?). La charla de Pucho con el publico:

aquí estamos en este patio, techado, (...) ¿cómo se secará la ropa aquí? la mía no (....)
Y cómo no, la aparición del bidón con La cuadratura del círculo (disculpad la calidad del vídeo, nadie podía estar quieto)



La fiesta se alargó hasta casi una hora y media, incluyendo los dos bises. Siendo el último el más solicitado y aclamado para que tocasen, su ya habitual final de fiesta, Sharabbey Road, donde todo el mundo termina saltando y coreando el "lalalalalala lololololo" que siempre deja un gran sabor de boca para irse a casa. Claro está, después de dar el gran salto de público y grupo con el que dicen adios.

Un gran concierto que consiguió volver a dejarnos encantandos. Es increible lo bien que puede llegar a hacérnoslo pasar estos chicos. En los tres conciertos a los que he asistido he ido con gente que no les había oído nunca, y siempre se han ido impactados y deseosos de volver a escucharles. Por algo será. Lógica la lucha por conseguir sus ansiadas entradas, aunque paradójicamente, seamos conscientes de que llevan casi 9 años tocando por las salas madrileñas. Al fin, les llegó el éxito.

No quiero despedirme sin dar las gracias a Tote y Oscar por conseguirnos los pases. Muchísimas gracias, esperamos compartir muchos más conciertos con vosotros.

Más fotos AQUI.

Galoagui

Se me olvidaba comentaros que en www.russianred.org han puesto un enlace a nuestro álbum de fotos y al artículo sobre el último concierto de Russian Red en Madrid.

1 comentarios:

Carol Toledano dijo...

Que gran noche la de aquel día!! Que grandes...