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09 octubre 2009


Una tranquila noche de jueves

El de ayer fue uno de esos días en mitad de la semana que no sabes que hacer y de repente te surge plan al recibir una llamada que dice: "tengo invitaciones para ver al Ferreira, ¿te vienes?". Le había escuchado pocos días antes sin que me hubiese impactado especialmente, pero, ¿había algo mejor que hacer?

Mal augurio cuando nada más llegar te encuentras una MobyDick casi vacía pero con una vieja amiga, compañera de conciertos, sentada en una mesa tomando una cerveza.

Con unos minutos de retraso la frondosa cabellera del dominicano Alex Ferreira aparecía sobre el escenario con guitarra bajo el brazo y un batería al fondo. Sin los adornos, ni toda la banda que le acompaño pocos días antes en la fiesta de Radio3, nos deleitó con un concierto más íntimo, más cercano, en definitiva, mejor. Haciendo uso de sus mejores canciones cómo Club de Jazz, Un domingo cualquiera o En una nube, de estribillos sencillos y repetitivos, conseguiría que la gente se acercase poco a poco al escenario y la sala se fuese llenando. Alex consiguió gustarme más en una pequeña sala tocando prácticamente solo.

Lo bueno de asistir a conciertos en salas pequeñas es poder apreciar ciertos detalles que en otro tipo de eventos sería imposible. Detalles como la expresividad de su cara y la forma de enarcar las cejas ante una estrofa complicada. U observar, como el altísimo batería lucha por no derribar el bombo.

Hubo dos sorpresas que no debemos olvidar. La primera de ellas fue la excelente versión de "Such Great Hights" de Postal Service. La segunda de ellas llegó cuando al final de su actuación pidió quedarse solo sobre el escenario para: "hacer pagi-nas". A mitad de canción y de la nada, subió al escenario "El Alpinista" para acompañarle en esta última canción y ya quedarse tocando lo que restaba de noche.



Era el turno de estos escaladores. Su comienzo, plano, monótono, simple. Sonaban a cualquier grupo pop que podamos encontrarnos; sin algo que les diese personalidad, les distinguiese de un mar de grupos. Su sonido quizás podría parecerse, bastante de lejos y salvando las distancias, al de Los Planetas. Algo que pusieron de manifiesto versionando algunas de sus canciones. También versionaron a Cecilia o incluso se atrevieron con Morrisey. Fue de los mejores momentos de su actuación; fue en esos instantes cuando su sonido sonó diferente. Aunque nunca bueno.

Pese a que tenían la sala bastante completa, a nosotros no nos convencieron. Pasamos de escucharles con cierto interés a abstraernos en nuestro propio mundo.

A veces, sales una noche y te encuentras con una gran sorpresa y otras veces, simplemente no.

Galoagui
Fotos. Carolina Toledano

2 comentarios:

Anónimo dijo...

siiiiI!!! que si que si, beuna critica, pero que pasa con la entrevista de LA???
queremos la entrevista!!!!
queremos LA entrevista!!!
la entrevistaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Alberto Garcia dijo...

Ya mismo, está al caer!