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02 marzo 2010


Las castañuelas de Marketa

Por Iván Maestro

Quién: The Swell Season + Josh Ritter
Cuándo: 28 de febrero de 2010
Dónde: Madrid, Sala Heineken

Con las entradas agotadas hicieron su debut en Madrid la banda The Swell Season, o lo que es lo mismo, Glen Hansard, Marketa Irglova & Co., es decir, los protas de ese pequeño tesoro fílmico titulado Once. Prometía ser una noche muy especial y todas las expectativas se cumplieron de sobra. El día anterior habían estado en Barcelona y con la actuación de Madrid han cerrado su gira europea defendiendo en directo su nuevo álbum Strict Joy. El ser fin de gira, sumado a la coincidencia de que era el cumpleaños de Marketa (hasta tres veces le cantamos el Cumpleaños Feliz) nos permitió disfrutar, a nosotros y a ellos, más que estrictamente.

Muy puntual apareció en escena Josh Ritter, antiguo amigo de Glen Hansard (de la época de The Frames) y con pinta de 'leprechaun bonachón' recién salido de la feria de ganado del condado. Acompañado únicamente por su guitarra, tras la primera canción ya se había ganado al público, demostrando buen hacer y simpatía tras pedir por favor, sin resultado, que le iluminasen la bola de discoteca de la sala. Media hora de bellas canciones, muy en la onda de lo que disfrutaríamos poco después. Al ser su último concierto con The Swell Season, invitó a parte de la banda a participar en una de sus canciones, donde pudimos previsualizar a Marketa.

A las diez menos diez se volvieron a apagar las luces, apareció Glen Hansard con su guitarra (literalmente) destrozada y de repente todos nos retrotrajimos a las calles de Dublín del comienzo de Once para disfrutar en vivo, en directo y sin micro del desgarrador Say It Me Now. Magnífico comienzo que continuó con la aparición de Marketa Irglova (con camiseta del merchandising de Josh Ritter) y su interpretación de All The Way Down, canción que estamos acostumbrados a escucharla en voz de Glen. Genial el cambio de papeles.

Y a continuación saltó al escenario el resto de la banda: guitarra eléctrica, bajo, batería y violín. Marketa se sentó a su piano y seguimos disfrutando de espléndidas y melancólicas canciones como Low Rising, The Rain, In These Arms o Leave. Glen iba introduciendo cada canción con pequeñas historias y divertidas anécdotas. A destacar la de la señora con la chaqueta en el ascensor y los problemas de tener una pareja con mejor vocabulario. De esta manera también relató como conoció a Javier Mas (colaborador en varios de los temas de Strict Joy), dando paso a su aparición en el escenario para participar con su guitarra española en Feeling The Pull.




Poco después Marketa dejó su piano y cogió su guitarra para ocupar el centro del escenario. La pobre se dio un buen coscorrón en la cabeza con los altavoces laterales (golpe que se repitió una hora después). Pasado el susto nos contó que, entre sus muchos regalos, le habían obsequiado con unas castañuelas. Todo el público volvió a cantarle el cumpleaños feliz. Preguntó si alguien sabía usarlas y, ni corta ni perezosa, una simpática y emocionada chica subió al escenario y (previo beso y abrazo a Glen) participó en la genial If You Want Me. Marketa continuó con Fantasy Man, tras dejar bien claro que ese hombre no era Glen.

Un par de canciones después el violinista nos deleitó en solitario con un poco de música tradicional irlandesa y poco después llegó el final con la grande, enorme, When Your Mind’s Made Up.

En el largo bis llegó el momento de la gran favorita Falling Slowly, únicamente con Glen a la guitarra y Marketa al piano, como si estuviesen en la tienda de instrumentos de la película. Pelos como escarpias que continuaron con Lies.

La noche fue una fiesta y The Swell Season disfrutó de ella: volvió a aparecer Javier Mas y, ante petición popular, la “castañuelas woman”; disfrutamos de una entregada versión de Astral Weeks de Van Morrison; bailamos con el alegre Banana Man (Glen explicó que la escribió para sus sobrinas, ante sus quejas de que todas sus canciones son tristes); Glen se ponía al piano y Marketa a la guitarra; Josh Ritter salió a hacer coros e incluso volvió a tomar las riendas del espectáculo en una canción; sorprendieron a Marketa dejándola una tarta con velas inapagables; el público realizábamos la función de coro según las graciosas indicaciones vocales de Glen. Y así hasta llegar al gran final con High Horses.

Más de dos horas de momentos especiales con un público entregadísimo y una banda que demostró que se lo estaba pasando tan bien como nosotros. Inolvidable.




2 comentarios:

Carol Toledano dijo...

Tan genial como esperaba. Que lástima que me lo perdiera. En la próxima visita será...

Anónimo dijo...

Con una crónica así, dan muchas ganas de haber ido.