Festival Indie en Fuenlabrada con Anni, Sidonie y Lori Meyers

Por Alberto GL

Llega Septiembre y llega la vuelta al cole. Volvemos a la monotonía y nuestras tareas. Depresión postvacacional, rutina, mal humor, madrugones,... Pero para los amantes de la buena música no debe ser así.

Aunque hayamos dejado atrás un verano lleno de festivales y de sorprendentes conciertos en un Madrid semi desierto (de los que os daremos cuenta), damos paso a un otoño de grandes actuaciones como son Placebo, Arcade Fire, Supertramp, The Posies, Primal Scream y un largo etc. Podéis visitar nuestro CALENDARIO para ver lo que nos espera.

Pero antes de llegar a esos grandes, podemos ir adaptándonos a nuestro inminente día a día con un poco de los conciertos que algunas fiestas patronales nos ofrecen. Tranquilos, tranquilos, no os llevéis las manos a la cabeza. No voy a hablaros de Paulina Rubio, o los últimos saltos de Bustamante o los gorgoritos de Amaya Montero. Nada de eso. Es sorprendente como algunos pueblos están abriendo su oferta cultural-musical mucho más allá de lo que se suele escuchar en radio fórmulas.

Muestra de ello es Fuenlabrada. Así es, esa ciudad dormitorio del extrarradio madrileño. Ya el año pasado sorprendió a propios y extraños con un concierto que se llenó hasta la bandera con el grupo de moda, Vetusta Morla. Tras el éxito de aquel año, hay que agradecer por haber seguido la línea ya marcada. Para el pasado martes, ofreció tres conciertos de lo más atrayente: Anni b Sweet, Sidonie y Lori Meyers; fijos en cualquier festival de música independiente y ahora de las fiestas populares.


Anni apareció en lo alto del escenario con casi media hora de retraso en un escenario digno de macroconciertos con unos 500 asistentes que irían aumentando según pasaba el concierto. Anni, simplemente perfecta, como casi siempre. Haciendo alarde de su increíble voz, dejándonos boquiabiertos a la mínima oportunidad. Nunca será como escucharla en un pequeño auditorio pero siempre consigue crear un clima único. Para volver a cautivarnos haría uso una selección de los mejores temas de su primer disco 'Star restart Undo'. No faltaron Motorway, Again, A sarcastic hello, oh i oh i oh oh i, Tumbado en mi moqueta azul o Shiny days. Fue un concierto más corto de lo habitual pero que contó con algún detalle que lo sacó de la normalidad. Tocó una de sus primeras composiciones, 'I'm falling to the deep it's cold' (o algo parecido) con la que pudimos comprobar que solo ha tenido que mantener el alto nivel de sus primeras notas. Ya entonces podía hacer que la historia más triste sonase bonito. Todo terminó con el público tarareando la famosa versión de 'Take on me'.

Era bastante escéptico en ver a Sidonie. Siempre ha sido un grupo que me ha gustado, pero en el 'Incendio', su último disco, he llegado a escuchar a un tío con casi cuarenta años decir Y es que me salen rosas de la boca cuando me preguntan por ti, puff no puedo. Pero ya sea por los viejos tiempos había que darles una oportunidad. Y menos mal que se la dimos. Musicalmente, el concierto no fue el mejor; hubo errores, silencios... Pero la energía con la que salen, el espectáculo que montan y el buen rollo que hay con el público, lo convierten en un concierto muy divertido. Salieron sobre excitados, a mil por hora, derrochando energía y buscando la complicidad del público constantemente. Es muy de agradecer que no basasen su concierto en el últimos disco,. Así tocaron Fascinado, Sylvia, Todo lo que nos gusta, Costa Azul, Giraluna, Felling Down o Dandy del extrarradio, perfecta para la ocasión. Toda ésto mezclado con Por ti, La sombra, Nueva York, Vive el loco que inventó el amor, y cómo no el Incendio con fuegos artificiales incluidos, hizo que fuese un divertido concierto. El final con todo Sidonie tirado por los suelos tocando Sidonie Goes to Moog, versionando en algún momento Riders on the Storm de The Doors, es una muestra de lo loco del concierto.

Aunque con su último disco hayan dando un nuevo giro hacia una dirección dudosa sus directos siguen siendo dignos de ver.



Llegaba el turno de los granadinos Lori Meyers, en teoría el final de fiesta y la cabeza de cartel. Por la afluencia de seguidores y por los coros de los mismos, así podría parecer. Pero para mí no es así. De hecho debo ir un poco a contracorriente. La opinión de muchos fans es que su último disco es el más flojillo pero para mí es al que le veo algo más interesante.

Lo intento, les veo y les escucho pero lo único que he conseguido es tararear un par de canciones. Me resulta soporífero escuchar un disco o un concierto completo. Este grupo que acapara premios y cada vez más seguidores, a mí no me llega.

Lo único que escucho de este grupo son halagos y lo geniales que son sus directos. Si todos son como los de Fuenlabrada, solo puedo entender esa calificación si viene de un autentico fanático. El sonido no fue lo nítido que se esperaba después de los dos conciertos anteriores. Las letras eran entendidas gracias al público que las gritaba por encima de la voz de Noni, que aunque no se encuentre entre mis favoritas, habría sido de agradecer escucharla en condiciones; o quizás no....

El concierto es bastante lineal con despuntes cuando llega el turno de Luciérnagas y mariposas, Castillo de Naipes, La pequeña muerte (muy coreado) y sobretodo con, Mi realidad y Luces de neón.



Un concierto que dejó encantado a un público del que se despidieron con Enhorabuena, todos en el frente del escenario criticando la sociedad global de hoy.

Es de agradecer que este tipo de conciertos sean cada vez más seguidos y se hagan más cercanos. La música indie ya no es solo la música que escuchan unos tipos raros, o quizás sea que ya no es lo 'indie' que pensamos.

Veremos si Fuenlabrada sigue en esta línea. Ojalá así sea...