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07 febrero 2011


Caminando hacia Perú, parando en dominicana

Por Alberto García

El pasado jueves 1 de febrero la asociación Camina Perú organizó un concierto benéfico en el teatro Lara, cuyos beneficios irán destinados al Hogar de Niños Discapacitados María de Nazareth, de Perú. Camina Perú es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar las condiciones de vida de las comunidades más pobres de la selva amazónica peruana.

Qué mejor opción para esta ocasión, que sea un vecino dominicano triunfando en España quien armonice la velada. Éste no es otro que Alex Ferreira.

Siendo el coqueto y precioso teatro Lara el que acogiera el concierto de Alex, era lógico imaginarse que nos encontraríamos ante un  tranquilo y sereno concierto acústico. Así parecía que sería cuando saltó  al escenario sin otra compañía que su guitarra acústica, pese a estar flanqueado por un batería y varias sillas.

Comenzó la velada con dos de sus canciones más pegadizas: Bienvenida la velocidad y Un día cualquiera, siendo está última canción la que da nombre a su único disco de larga duración. Un comienzo acústico, donde el tempo de los temas desciende considerablemente convirtiendo sus canciones más aceleradas en poesía de cantautor.

Ya en la tercera canción Alex se atreve a estrenar una de sus nuevas canciones, Sal. Canción que nos habla del desengaño, de intentar olvidar a quien tanto has querido.

También hay tiempo para recuperar canciones de sus anteriores EP's como es Pixel, a la que le sigue una nueva composición, Habitación.

Al terminar Habitación, aparecen en el escenario Manuel Cabezalí (Havalina, The Cabriolets,...) a la guitarra eléctrica y Pablo Serrano (The Cabriolets,..) a la batería. El concierto toma un giro más vibrante con Gravedad. Aunque es realmente con Club de Jazz cuando el sonido de la guitarra y batería logran levantar a medio teatro. El ritmo no hace más que ascender con Altoparlante. El público canta la letra y acompaña con palmas. Esto ha dejado de ser un concierto de un cantautor.


Tras este subidón, Alex vuelve a tocar una nueva canción dedicada a un ave típico dominicano, Dulus Domenicus Pidió que le grabasen en video para que alguien lo subiese a youtube por ser la primera vez que la tocaba, nadie lo hizo, pero os puedo decir que quedó bien.


La complicidad con el público es plena. Bromas constantes  que rompen esa barrera  imaginaria que les separa. Además con cada una de ellas se sirve para introducir sus canciones. Así, bromea con su año de ilegal para tocar Arraigo (ya con 'Campi' al bajo) o bromea con su iphone-afinador antes de comenzar Sig-Sag (Zig-Zag en español). Que bien suena en esta canción la guitarra de Manu.

Volvería a sus inicios con Real y Páginas; y tras la marcha de Campi otro de sus éxitos Rómpase en caso de incendio. Termina esta sección con Afán, nuevo tema donde mezcla el inglés y español. No queda mal.

Al grupo se les une Nieves (JF Sebastian) acompañada de una especie de ukelele para participar en la recta final de la noche. Recta final  que comenzaba  con Sonrisa valiente. Y seguidamente, casi sin respiro, Dije lo que dije. Esto se ha puesto a mil. Alex se levanta por fin de su silla.  El público canta y baila en su butaca, impotente por no querer ser el primero en despegar el trasero de su aposento.

Justo ahora, en un momento cumbre,  nos dicen adiós. Pero todos sabemos que volverán. Todo el teatro clama su vuelta pidiendo una canción.


Apenas un minuto después Alex se sienta al borde del escenario junto a Campi que porta una sierra y un arco, para versionar el clásico de Antonio Machín Espérame en el cielo.


De detrás del escenario aparecen de nuevo Manu y Pablo para tocar la canción que todo el mundo esperaba, En una nube. Llega el agua que todos esperaban para calmar su sed.
Era el final esperado del concierto de Alex Ferreira, parecía difícil de superar, pero tenía un as guardado en la manga. Nos dijo adiós con una estupenda versión de la genial Such great heights de The Postal Service. Ahora sí, este fue el adiós.


Después de ver a Alex tanto en acústico, como con banda, podemos decir que la mejor manera de disfrutar de su música es con la mezcla. Mezcla de sonidos, mezcla de ritmos, mezcla de estilos, en solitario o con banda. Se trata de un espectáculo completísimo, repleto de buenas canciones que no te dejará un minuto de decaimiento. No dejes pasar la oportunidad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegra ver de nuevo tus crónicas
Vamos compañero¡