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05 julio 2011


Un gran estreno del Dcode Festival

Crónica por Carol Toledano e Iván Maestro
Fotografía Viernes: Ibón David San Martín
Fotografía Sábado: Carol Toledano

Aunque este año El Día de la Música gozó de muchos tiznes de gran festival, se quedó a la sombra al lado de la gran novedad que nos hemos encontrado este verano en la ciudad: el DCode Festival. Y es que después de su gran estreno el pasado viernes 24 y sábado 25 promete convertirse en un imprescindible de la capital madrileña.


A pesar de ser viernes y del calor aterrizamos en la Ciudad Universitaria, donde se celebraba el festival, alrededor de las 5 de la tarde. Tras esperar media hora para recoger nuestras pulseras en la zona de prensa (y solo había dos personas delante...) por fin conseguimos entrar al recinto.

Por descontado, que lo primero que hicimos fue localizar todas las instalaciones: puestos de comida, baños, barras de bebida, escenarios, stands de merchandising, zona chill out y por último, y no menos importante, las zonas de sombra, que brillaban por su ausencia, primera crítica al festival. En estas fechas, en Madrid, y abriendo las puertas a mediodía, unas cuantas sombrillas/toldos más, hubieran sido bastante de agradecer.

A pesar de todo, llegamos justo a tiempo para escuchar las últimas notas de Nothink, y descubrir que The New Raemon no termina de convencernos aunque muchos fans frente al escenario, sí que lo estaban, así que optamos por pasear por el recinto y hacernos alguna foto a cambio de un helado y participar en los concursos de los diferentes patrocinadores.


Preparados ya para un poco de música descubrimos que All Time Low no puede cumplir con el horario previsto (tocarían más tarde) y Autumn Comets pega un gran salto desde el escenario donde tenían previsto tocar al enorme DCode1. Así que, a pesar del calor nos plantamos frente a uno de los grandes escenarios gemelos para disfrutar de un gran concierto. Los chicos de Autumn, me imagino que con más miedo en el cuerpo del que querrían, dieron un ligero pero impecable concierto que aunque no fue multitudinario (calor, aún poca gente) si fue muy bien recibido.

Tras su actuación, en nuestra horario, llegaba el turno de L.A. Foster the People en el DCode2, empezaba a sonar y muy bien, mientras la gente se congregaba ya alrededor del pequeño escenario, preguntándose muchos, reclamando otros: "escenario grande", pequeña reminiscencia del aquel Sonorama de 2009 en la plaza de Aranda del Duero...

L.A.

Y no era para menos, cierto es que el calor empezaba a darnos algo de tregua y las instalaciones empezaban a llenarse, pero ellos solitos reunieron a un gran número de fans, que deseosos de sus grandes temas, y expectantes ante los nuevos no pararon de bailar y cantar durante 45 minutos. Muestra de lo que nos espera para finales de año:


L.A. terminaba y nuestro fotógrafo sin autorización... (concedida en primer momento, retirada a posteriori; punto negativo para la organización) tenía que abandonarnos, por lo que el trabajo empezaba a acumularse, y también el cansancio, no olvidemos que era viernes, y no festivo para algunos... así que decidimos dividir el "trabajo", y como contábamos con la fortuna de tener varios galos danzando por el festival, Iván Maestro nos cuenta como se vivieron los conciertos del viernes desde su "lado". Por nuestra parte, aprovechamos la tregua para ver la divertida entrevista que hicieron a L.A en el escenario pequeño, y pudimos comprobar porque All Time Low parece ser el nuevo grupo preferido de las jovencitas... 

Iván Maestro:

Tras terminar L.A. volvimos a coger sitio en la parte de sombra de la explanada para ver mediante la pantalla gigante central el final de Sum 41. Lo más destacable, ver a un chaval de apenas 14 años con camisa del grupo acompañado por su padre con camisa de los Ramones.

Después comenzaron Eels, banda de referencia del rock americano liderada por el barbudo Mr. E en compañía de sus también barbudos compañeros. Un concierto de sonido impecable donde se dejaron oír algunos de sus temas más conocidos como Novocaine For The Soul.

Y mientras nosotros cogíamos sitio para Band of Horses, hordas de teenagers se concentraban en el otro escenario para ver a My Chemical Romance. El "rosado" cantante Gerard Way hizo disfrutar al público a base de actitud emo y singles pegadizos.

Y así llegó el momento del día: Band of Horses. Con solo tres álbumes, se han convertido en uno de los grupos de referencia de la escena rock americana ¿Quizá los nuevos Eels? Desde luego ayuda que el cantante Ben Bridwell comparta look barbudo con Mr. E.

He de reconocer que hasta ahora no conocía en exceso a la "banda de caballos" pero el repertorio no decayó y la gran interpretación y las ganas del grupo consiguieron atraerme. De hecho ahora es lo que más suena en mi ipod! El viernes pudimos oír grandes temazos como The Great Salt Lake, Is There A Ghost o la tremenda e intensa The Funeral. Se notó por los gritos que era la 'fan favorite'!


El festival continuó con Lori Meyers, quizá los más coreados de la noche, especialmente durante Alta Fidelidad, Luces de Neón y Mi Realidad. Un directo sin fallos aunque quizá un poco rutinario.
The Zombie Kids & Aqeel
Y la noche terminó con los dj The Zombie Kids, que abandonaron la sala Heineken y, acompañados por la voz de Aqeel, marcaron un final muy electrónico, muy bailable y muy divertido donde absolutamente nadie dejó de saltar al ritmo de temas como Face.

En resumen, buen rollo en el festival y poca aglomeración, lo cual se agradeció comparado con las polvaredas del sábado, donde se notó el aumento de público.

Así concluía el viernes (y la crónica de Iván), pero había que volver al día siguiente... y aunque se hizo el esfuerzo, no conseguimos llegar a tiempo de derretirnos bajo un sol abrasador escuchando a The Bright  a las 16.30!!! Por fortuna, pudimos ver más tarde una pequeña muestra durante la entrevista.

The Bright
He aquí otro fallo de la organización, los conciertos empezaban demasiado pronto. ¿No hubiera sido mejor que fuesen a partir de las 6 de la tarde y acabaran cerca de las 5 de la mañana? Menos calor por la tarde, más facilidades para volver a casa por la noche... Esperemos que el año que viene lo consideren.

Havalina
En cualquier caso, hicimos el esfuerzo y conseguimos llegar a tiempo para ver una muestra de Polock. Personalmente un grupo que me convence totalmente, pero el sábado fue casi imposible terminar de ver los primeros conciertos (¡más sombras por favor!). Así que, tras un refrigerio nos fuimos de cabeza a unirnos a alguno de los asentamientos nómadas que había junto a las vallas buscando esquivar el sol, mientras esperábamos que comenzase Havalina. Manel y Mucho tuvieron que confiar en sus fans más acérrimos.

Lo bueno del recinto y la disposición de los escenarios, es que aunque el sonido solo fuese nítido si estabas frente al escenario, era posible escuchar lo que sonaba desde cualquier punto.

Tras una gran actuación de Havalina, parte frente al escenario y parte a la sombra, nos fuimos de cabeza a coger sitio frente a los escenarios grandes, ¡empezaba lo bueno!

Justo a tiempo para escuchar el ritmo que se gastan los chicos de Jamaica, nos posicionábamos en el DCode1 para ver a uno de los grupos más esperados: Blood Red Shoes. Estos dos músicos, ella a la guitarra eléctrica y él a la batería, hicieron sudar al personal tanto que alguno seguro que perdió unos cuantos kilos. Obviamente, el sol, que pegaba de lleno (ya lo debían estar sufriendo ellos mismos) tuvo mucho que ver. Aquí pudimos comprobar, como el polvo que se levantaba frente a los escenarios, si te metías en el "mogollón", no se agradecía nada. Y con la baqueta de Steven Ansell, nos fuimos a coger fuerzas para el maratón, mientras The Vaccines comenzaba en el Dcode2.


Llegaba el turno de The Hives, ¡y vaya turno! Aparecían los suecos vestidos de chaqué y con un comienzo espectacular. Pelle Almqvist, vocalista del grupo, no paró de hablar entre canción y canción, caldeando (más) el ambiente y a un público que cantaba y bailaba a su son. Cierto es que los primeros temas más que cantar parecía gritar, pero cuando empezaron a sonar los grandes éxitos del grupo el público ya estaba rendido a sus pies, literalmente, pues terminó sentando a toda la gente en el suelo y haciéndola saltar al mismo tiempo; dicen que había unas 14000 personas en todo el recinto, si suponemos que la mitad estaba allí... ¡todo un espectáculo! (Déjà vu de Prodigy y los bárbaros daneses en Roskilde 2010...) 

The Ting Tings empezaban casi sin tregua en el escenario gemelo, miles de personas se aglomeraban alrededor esperando escuchar sus grandes temas y aunque tuvieron problemas de sonido que reconocen en su muro de facebook (a través del vídeo de Iván Maestro!). No decepcionaron en absoluto.


Llegaba el turno de Kasabian, perfectos, pero sin muchas sorpresas. Eso sí, tuvieron el honor de ser el grupo que más tiempo tocó el sábado, para gozo de sus fans.

The Sounds
Tras ellos, volvíamos al Dcode2 para ver a The Sounds, otro de los más esperados, que se volvieron locos sobre el escenario, y enloquecieron al público. Maja Ivarsson con cigarrillo y cerveza en mano, no dejó de coquetear con el público e instarlo a cantar y bailar, al ritmo que marcan, que bien lo merece.

Y por fin, el último concierto. La clausura del festival vino de la mano de Crystal Castles. Y vaya cierre. Los más acérrimos juran que fue apoteósico, yo no termino de entenderlo... que Crystal Castles tiene cuerda para rato y para dar un buen broche final a un festival, es indudable, sin embargo los berridos que llegaban del escenario desde el comienzo de la actuación (los gritos de la cantante parecían provenir de un gato en celo al que le habían pisado la cola), sinceramente, no se si se debieron a un problema en el sonido o que abusaron de los efectos sonoros (¡o quizás canta así!) convirtieron la actuación en algo tan irrisorio y delirante, que al menos a mí, se me presentó como clara señal de que el DCode había concluido. En cualquier caso, parece que la gente acabó feliz con ellos, así que, les otorgaremos el beneficio de la duda y les dejaremos ser la anécdota del festival. 

Lo peor:

-Los precios. El abono, valorando el cartel, no era caro, pero la entrada de un solo día, sí, además, no entregaban pulseras a estos, y por tanto no podían entrar y salir del recinto.
-El calor. Pocas sombras y botellas de agua de muy caras. Quizás empezar más tarde con los conciertos, lo hubieran hecho más llevadero.
-Los servicios. Era difícil encontrar lugares de información. Los horarios eran casi invisibles... Los puestos de comida escasos y de poca variedad. El viernes se acabó la comida en todos menos en uno, y la cola era interminable.

Lo mejor:
-La ubicación. El lugar era idóneo para este tipo de festival. El acceso era más o menos sencillo, y la organización de pulseras y entradas, parece que funcionó.
-El cartel. Esto sin duda es lo más destacable. Un gran desfile de grupos internacionales y nacionales a un precio muy razonable. Por supuesto, todo es mejorable.
-La gente. :-)


Y así fue el primer DCode festival de Madrid ¿repetiremos el año que viene? Si mantienen la calidad musical, y mejoran la organización, ¡sin duda!

MÁS FOTOS

5 comentarios:

toscallita dijo...

Una crítica bastante acertada.
Aunque en algunos puntos no estoy del todo de acuerdo, comparto la mayoría de las opiniones. Sobre todo 2 ::
- horarios más tardíos
- Organización más... personalizada, no?? Estábamos perdidos en algunas cosillas!!

Nosotros tb fuimos a partir de las 6 los dos días... y me dio muchísima rabia perderme a grupos como The bright o Polock por culpa del calor...

Esperemos q el año q viene limen esas pekeñas asperezas y repitamos!!

PD :: bonitas fotos! :P

Nax dijo...

Manel estuvo bastante bien, ofreció su repertorio, y los más acérrimos, supongo que también catalanoparlantes, se lo sabían. Estuvieron muy finos, y tocaron "la gent normal" una versión bastante aceptable del "common people" de Pulp.

Y para versiones, el repertorio de ellas que lanzaron los chicos de SUM 41..con The Trooper y Enter Sandman entre otras.

Alberto Garcia dijo...

Parece que fue un concierto que gustó. Le falta consolidarse, no creeis?

Fiona dijo...

Dos meses después del festival llego a la crónica.

Manel, a pesar del solazo que estaba cayendo, no defraudó para nada.
Blood Red Shoes desde mi punto de vista estuvieron espectaculares, y eso que a los pobres les daba el sol de frente (fallo que se puede incluír en lo de la falta de sombra).

Y corroboro lo de los berridos de Alice Glass en Crystal Castles: todavía no se si me gustaron o no, pero la mezcla del espectáculo visual de luces y movimientos de la cantante y la electrónica lo hicieron, según mi parecer, un final delicioso.

Destacable al 100% la zona Chill Out del festival.

Por cierto, soy la chica de rojo que sale en la última foto ;)
¿Hay alguna manera de que me la mandéis por correo?

Alberto Garcia dijo...

Hola fiona!

Gracias por leernos y dejar tu opinión del festival.

Mandanos un mail a info@galosengalia.es y te mandamos la foto.

esperamos verte por aquí más a menudo, o en algún otro conciertillo.

Crystal Castles nooooooo!