04 octubre 2011
Madrid Nórdico
10/04/2011
Por: Alberto Garcia
Por Iván Maestro
La semana pasada asistimos a la
segunda edición de los Días Nórdicos, una propuesta de Zona de Obras que nos
acerca a la cultura de los países nórdicos con actividades de cine, moda,
cultura y, por supuesto, música. Este año la sala Galileo Galilei ha sido el
punto de encuentro para las dos primeras jornadas de conciertos, que seguirán a
lo largo del mes de octubre. Una oportunidad única para conocer nuevos grupos de
esas tierras. Y además de forma gratuita!
27 septiembre
ZEBRA AND SNAKE (Finlandia)
Este trío de rubiales calentó la
noche desde el minuto uno. Un pop electrónico muy pegadizo, a base de teclado,
batería y bajo, con grandes influencias ochenteras. Lo mejor, sin lugar a
dudas, la voz del cantante, con un deje muy David Bowie.
ANDI ALMQVIST (Suecia)
La media de edad subió con Andi.
Todo un señor crooner que nos deleitó con un folk pausado pero de gran calidad.
Buenas canciones acompañadas por un violonchelo que acaparó gran parte de los
flashes. Buen sonido, pero que desmerecieron tras el pop de baile de los
finlandeses, ya que se creó un ambiente de bajón. En este caso el orden de los
factores sí alteró el producto.
28 septiembre
TINA DICO (Dinamarca)
A última hora llegó la noticia de
que Anna Bronsted era sustituida por Tina Dico. Ningún problema ¡Todo un
descubrimiento! Esta delicada rubia, con guitarra en mano, nos ganó con
versiones acústicas de sus canciones. Muy simpática e interactuando mucho con
el público, entonó temas con muy buenas letras sobre amores perdidos y
amistades pasadas. Al escucharla era imposible no pensar en Suzanne Vega o en
una primeriza Sheryl Crow.
HELGI JÓNSSON (Islandia)
Este islandés modosito, feúcho y
de gran voz, continuó la noche en la misma onda de Tina Dico. Al teclado y a la
guitarra presentó canciones tranquilas y melodías con semblanzas a Sigur Rós.
Protagonizó el momento más divertido de la noche cuando se le soltó la correa
de la guitarra por un lado, para acto seguido caérsele del otro extremo. Gota
de sudor en la frente…
Tras unas pocas canciones,
apareció de nuevo Tina Dico para acompañarle con la guitarra y coros. Y también
subió a escena el batería, una suerte de híbrido entre un Krilin miope y un
Moby fondón que arrancó más de un comentario jocoso.
THE MEGAPHONIC THRIFT (Noruega)
Con este grupo subieron los dB de
forma contundente. Un sonido sucio, suponemos que buscado adrede, lleno de
distorsiones que provocó saltos entre el público.
Resumiendo, estas jornadas se
convierten en una posibilidad única de conocer nuevos grupos y saber lo que se
cuece por Laponia y alrededores. Lo único malo: la mala educación española, ya
que más de uno de los grupos tuvo que pedir callar a los ruidosos de atrás, más
ocupados en charlotear que en escuchar. Es lo malo de que sea gratis.
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