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16 noviembre 2012


The XX marca a Madrid

Con una gigantesca X los londinenses The XX han grabado a fuego su seña de identidad sobre el público madrileño. Dos días consecutivos en los que la Riviera se ha llenado hasta la bandera  para disfrutar de Coexist, el segundo disco del jovencísimo trío, con el que han demostrado que su condición de estrella emergente no ha sido casual

Era su vuelta a Madrid después de su actuación en el Circo Price del 2010. En aquel momento se les tildo (injustamente) de no estar al nivel esperado dando un concierto distante y 'soso'. Cuando vas a ver a The XX, debes saber qué es lo que te espera y parece que el público madrileño ya lo ha comprendido. Aunque si bien es cierto, en estos últimos conciertos hemos podido comprobar la evolución y madurez del trío.

La noche se teñía de negro, cómo no podía ser de otra manera, cuando aparecían sobre el escenario Romy Madley Croft (guitarra y voz), Oliver Sim (bajo y voz) y el DJ Jamie xx (programaciones) dando comienzo la noche con Angels, tema que abre Coexits, relegando para más adelante la mejor apertura de disco que he oído (Intro). Aunque terminar la canción escuchando miles de voces clamar al amor no tiene desperdicio.


Aunque para disfrutar de The XX, una sala de conciertos como La Riviera no sea la mejor, en este primer paso ya se notaba que la gente estaba mucho más entregada que en la anterior ocasión. Incluso en la primera parte del concierto en el que se desgrana la mayor parte de Coexist, (muy buen disco pero algo menos contundente que XX), aún siendo la más fría, ya existía la complicidad entre público y grupo. A ello ayudaría el que se fueran mezclando canciones de su trabajo del 2009 con nuevas como  Heart Skipped a BitCrystalised o una intimísima Basic Space. Antes de ella, cayó Fiction en la que Oliver dejó ese bajo que saturaba y estropeaba el sonido de las canciones, para tomar el micrófono. 

Canciones que sorprendieron de este nuevo trabajo fueron Reunion y Sunset que tomaron mucho más cuerpo en directo que en el estudio. Pero la locura se desataría con Shelter, con balanceantes brazos en alto. VCR y Island alzaban el ambiente cada vez más arriba pero sin llegar a explotar debido al pobre sonido de esta maldita sala y a la propia idiosincrasia del grupo, que está en una permanente sensación de querer salir de sí mismo pero asumiendo una constante contención.

Cuando algunos ya comenzaban a marcharse, su símbolo iluminó el escenario para, ahora sí, abrir los bises con Intro, que dio paso a Tides Stars  con la que cerrar este concierto que encubra a The XX en Madrid, dejando atrás las injustas críticas del pasado. 

Un notable concierto, que pese a quedar ensombrecido por el pobre sonido de la sala y por la inconsciencias de aquellos hablantes vociferantes que no saben a qué tipo de concierto, disfrutamos como un grande. Poco más de una hora en la que los susurros de Romy nos atraparon con la ayuda de las bases de Jamie. Es probable que hacer el concierto más largo vaya más en perjuicio que en beneficio. Un lugar más íntimo, con un sonido a la altura del grupo, sería perfecto. Esperemos a la próxima ocasión para dar en el clavo. Una pista, el auditorio del S.O.S. 4.8 de Murcia es un lugar idóneo para vivir los claroscuros de The XX en toda su plenitud.

No quería dejar de mencionar la actuación del telonero de la noche. El barcelonés John Talabot ofreció poco menos de una hora de una magnífica sesión que gustó mucho. Electrónica de mucho gusto y bailable. Muy recomendable para aquellos que disfrutan de este tipo de música sin querer quedar saturados.

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