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24 febrero 2009


De fiesta en fiesta para terminar en la pasarela


Se nos acumula el trabajo. Son tantos a los que queremos oír, y tantos a los que queremos ver, que no nos da tiempo a contarlo.


Mientras seguimos esperando la crónica del concierto de Oasis, hemos tenido la suerte de asistir a dos nuevos eventos. El primero de ellos han sido las fiestas Domoscópicas de Mondosonoro, una serie de conciertos repartidos por la geografía española, compuestos de las incipientes promesas que posiblemente exploten este año, acompañados de los que ya alcanzaron el éxito el pasado año.


En nuestro caso asistimos el pasado jueves al concierto en la Sala Heineken donde hubo cuatro actuaciones al cargo de Hola a todo el mundo, The Joe K-Plan, Anni b. Sweet y Lori Meyers.

Los primeros en subirse al escenario fueron la multi-banda de multi-folf, Hola a todo el mundo. Difícil de encasillarlos en un estilo, diría que tienen toques irlandeses y country. Una banda ecléctica donde cada uno de sus integrantes no toca menos de 3 instrumentos. Batería, banjo, guitarra, teclados, violín, triángulo, tambores y panderetas, castañuelas, xilofón, y no se cuantos instrumentos copan todo el escenario. No hay furgoneta que pueda con tanto.


Fueron unos 5 temas de los que destacaría uno de ellos por encima de todos. Disculpad que no conozca el nombre, es en el que el tempo es mayor con un final de infarto. El resto de canciones nos dejaron más o menos indiferentes.

Lo siguiente, un cambio de registro totalmente diferente. The Joe K-Plan es un dúo de guitarra y batería; y ya está. No hay más; ni bajos, ni teclados, ni voz alguna. Una guitarra eléctrica y una batería. Dos instrumentos que nada más comenzar ya van a mil por hora. Tanto que casi se quedan sin baquetas para la batería y el guitarra sin energías. Rock y Big Beat en grandes cantidades, donde lo único que suena es una guitarra y batería que parecen imposibles. Tanto sonaban que vi a gente tapándose los oídos, cuando todo era un muestra de virtuosismo en el manejo de los instrumentos.


Una auténtica descarga de energía que terminó con los platillos rodando por el suelo y la guitarra volando sobre el escenario. Un auténtico espectáculo, pese a que su música no esté hecha para todos los oídos.

Después de terminar con los Joe K-Plan por los suelos, llegaba la joya de la corona. El sosiego y la paz llegaba de la mano de Anni b. Sweet. Su propio nombre lo dice, la dulzura de Anni empezaba a expandirse. Solo con su guitarra y su voz intentó acallar el gran murmullo que la gente heredó de la actuación anterior, murmullo que poco a poco iría aplacando canción tras canción. Consigue que todo lo que te rodea desaparezca para que solo escuches su voz.


Este año debería ser y será el año de Anni b. Sweet. Con la salida inminente de su primer disco y una asegurada larga gira, le espera un año de éxitos más que asegurados. Si ya el año pasado, sin tener disco fue capaz de tener más de 50 conciertos imaginad éste. Una apuesta segura que no podía faltar a las Demoscopicas.

No fue el mejor de sus conciertos aunque estuvo lleno de nuevos matices que le hicieron distinto. Nuevas canciones que hasta ese día no había escuchado, preludio del contenido de su nuevo trabajo, así como estar acompañada a los coros y guitarra por parte de Santiago de The Templeton (grupo donde también participa Brian Hunt que colabora en la creación del disco de Anni) hicieron del concierto atípico a lo que nos tiene acostumbrado esta malagueña.

Al termino de su actuación subían al escenario unos vecinos de Anni. Los granadinos Lori Meyers que han arrasado este 2008. Nombrados mejor grupo nacional por MondoSonoro serían los encargados de poner el broche final a estas "fiestas".

Estos chicos deben gustar mucho pues abarrotaron la sala. Una multitud coreando cada una de sus canciones entre chillidos y gritos de auténticos groupies!

En mi caso, no les cojo el punto. Es la segunda vez que les veo (Sonorama 2008) y sigo sin entender por qué gustan tanto. No es el primer ni el último grupo con el que me pasará, pero realmente no consigo entender tanta devoción y admiración. Se me hacen aburridos y monótonos. Incluso no creo que el cantante tenga buena voz. Añadiría además, que este fue bastante peor que el anterior. Pero de cualquier modo, debieron gustar mucho porque el público les ovacionó.

Mientras tanto, como no me estaban gustando demasiado fijé mi interés en otras cosas. En ese tiempo pude reconocer las caras de Pucho y Jorge de Vetusta Morla, que por su rictus parecían pasárselo tan bien como yo (es muy probable que me esté equivocando) o al grandísimo DJ. Rojiblanco admiradísimo por hacérnoslo pasar en grande en las largas noches del FIB! Si el nivel sigue siendo el mismo, no habrá fiesta de Mondosonoro que me pierda!

Largo está siendo este post, pero no quería dejar de contaros lo interesantes que pueden llegar a ser las actuaciones del Fib Club en pasarela Cibeles. Pequeños conciertos para entretener al público entre desfile y desfile. Nos gustan por la poquita gente que termina viéndolos y por lo cercanos que llegan a ser. Asistimos el pasado miércoles a escuchar, de nuevo, a Anni B. Sweet y Lidia Damunt.


El lugar no es el mejor. Un pequeño escenario en una esquina del pabellón 14.1 de Ifema rodeado de stard publicitarios. Es buena música, y eso es lo que importa.

Escuchando de fondo la música de Gemma Subterfuge, mientras paseábamos rodeados de modelos, diseñadores y buscadores de fama, hacíamos que la espera fuese más llevadera.

Una cortísima actuación de Anni, esta vez acompañada tan solo de su guitarra (que casi piso), convenció para que muchos de los que por allí deambulaban se sentasen ante ella para disfrutar de esa voz que se siente como una caricia.

Tras ella Lidia Damut que cerraría la pasarela ese lunes. Lidia ya había llamado nuestra atención después de verla en un concierto de Radio 3. Armónica, pandereta al pie y una acústica a cuestas que vuela fueron las herramientas para entretenernos con su pop-country. Te puede gustar más o menos, pero no te va a dejar indiferente.

Detalle que hay que destacar su actuación fue la premura obligada con la que tuvo que dejar el escenario. Cuando aún le quedaban un par de canciones, alguien de seguridad interrumpió su actuación para decirle que ya tenía que terminar, incluso encarándose con una persona de organización. Una situación tan surrealista y maleducada que solo nos arrancó risas. Lidia bromeó y terminó su canción.

Hasta aquí esta semana, pero ya comienza la nueva. Este próximo sábado en la sala El Sol veremos a los originales Elastic Band, en la fiesta myspace. Hasta entonces.

Galoagui

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