08 julio 2009
Hipnotizados en el circo por Anthony
7/08/2009
Por: Alberto Garcia
Ayer al despertar, nadie podía imaginar lo que unas horas más tarde una llamada de heineken.es nos iba a deparar. Esa llamada era una invitación para asistir al recital que Anthony and the Johnsons regalaría a los madrileños para presentar su último disco "The crying light".
Tras el apagado de luces, aparece en escena una bailarina de baile contemporáneo que dejó un poco atónito al respetable. Quizás porque no llegamos a comprender lo que nos querían ofrecer o por no saber situarlo en su contexto. Pero tras el tercer acto de esta bailarina que se despedía cubierta de gasa, vestido de pulcro negro y tras sus inseparables "Johnsons" un tímido Anthony, con su peculiar aspecto andrógeno, da comienzo a una noche de puro éxtasis con la canción que da título a su último disco 'The crying light'.
Esa peculiar y única voz erizaría nuestro bello hasta el final de su actuación. De cada canción, de cada poema cantado desde la calma, el intimismo, el sosiego, la serenidad consigue emocionarnos con un sentimiento diferente. Entre esas perlas podemos encontrar 'Hope there’s someone', 'My lady story', 'For today I am a boy', 'Man is the baby', 'What can I do?', 'Fist full of love', 'Singing if it be your will' o de las más coreadas 'You are my sister' o 'Hope there’s someone'. También dio tiempo a disfrutar de su versión de Beyoncé, recordar a Dylan y de avanzar alguna canción futura.
Nada que ver con la actuación que un día disfrutamos en el FIB. El concierto de ayer más que concierto fue un recital de arte y elegancia. Su actuación se convirtió en un acto mágico y onírico.
Si definimos arte como aquello que consigue provocarnos una emoción, Anthony es uno de los artitas más prolíficos que hoy podemos encontrar.
Un genio único.
Galoagui


0 comentarios:
Publicar un comentario