11 julio 2012
Veranos en la villa a base del folk de Russian Red y Jero Romero
7/11/2012
Por: Alberto Garcia
Otra vez el verano y con él la apuesta por los conciertos con buen gusto y clase que el ayuntamiento de Madrid nos ofrece. La oferta nos trae de lo mejor de fuera, como puede ser Regina Spektor, o el mejor folk nacional por partida doble de la mano de Russian Red y Jero Romero. Dos amigos, que desde hace muchos años, han cruzado sus caminos en muchas ocasiones.
En esta ocasión, lo harían en un lugar único como es el Circo Price de Madrid. Un lugar con especial encanto donde se han podido disfrutar de conciertos tan impresionantes como el de Anthony and The Johnson o Wilco.
Con las ganas de encontrar la magia que el lugar ofrece, Russian Red y Jero Romero se unían el pasado viernes en rico cóctel de buen folk.
El primer sorbo lo dio Jero, que acompañado de su banda volvió a presentar su disco por segunda vez en Madrid. El repertorio que ofreció fue un calco al dado en la sala Kapital hace un par de meses. La única diferencia radicó en que no tocaron el Vals Equilibrado ni la versión de Es muy fácil de Los Mitos. El resto, exactamente igual; tanto en las canciones como en su orden. Habiendo tenido un concierto hace tan poco tiempo en Madrid, habría sido de agradecer alguna sorpresa pero no se salió un ápice del guión.
Aunque las canciones fueran las mismas y se contase con la magia del lugar, ésta vez no llegó a hacerse patente. En el anterior concierto, el feeling con el público fue instantáneo y mucho más directo. En esta ocasión, pareció mucho más lánguido y monótono. Las nuevas canciones suenan muy similares, con un ritmo casi constante que hasta a los propios componentes de la banda les hace flexionar las rodillas al unísono canción tras canción.
Como era una noche de dos, ninguno de los dos grupos quiso pasar su momento sin la compañía del otro. Así, Lourdes subió al escenario para cantar junto a Jero Ya te lo decía yo. Fue agradable escuchar esta canción con una voz tan dulce como la de Lourdes.
Canciones como Gigante, Haciendo Eses, Reloj de Sol, Desinhibida o la propia Cabeza de León parecen subir los ánimos por momentos, pero el nuevo folk de ex Sunday Driver suena muy similar, tanto que si no hay una complicidad directa con el público, la noche queda deslucida. Deslucida que no mala. Porque a modo general, las canciones tiene su encanto. Sencillas, directas, de estribillo fácil, pero quizás demasiado monótonas. Aún así, un concierto de Jero Romero es recomendable. Si buscas a los antiguos The Sunday Drivers quizás tendrás que buscar en otro lado. Ahora Jero Romero tiene su propia personalidad y estilo, diferente al pasado. Te gustará más o menos, pero confiamos en que te llevarás algo positivo.
Tras despedirse la simpática banda con Túmbate, llegó el turno de la cada vez peor disimulada candidez de Russian Red, con Lourdes a la cabeza acompañada de una exigua banda compuesta de batería y guitarra.
La actitud de Lourdes sobre el escenario dista mucho de la que ofrecía hace pocos años, cuando una joven y dulce veinteañera salida de la nada, subía tímidamente al escenario para enfrentarse al vertiginoso precipicio que es presentar un éxito como I love your glasses.
Ahora, mucho más segura y resuelta, defiende Fuerteventura, su segundo disco mucho más trabajado y preciosista, fruto de la evolutiva madurez de Lourdes.
Consolidada con este segundo trabajo como mejor figura de la nueva ola folk iniciada por ella misma, llegaba su turno como estrella de la noche.
Su repertorio está basado en las mejores canciones de su segundo trabajo, disco mucho más cuidado, tanto en letras, melodías y arreglos.
Comienza el concierto desgranando el disco con sus mejores armas. The memory is cruel, es la que abre su concierto, a la que le siguen, I hate but I love you, Everyday Everynight o The Sun The Trees. Sus mejores canciones son las inmediatas, quizás con la intención de llegar al público lo antes posible para más tarde dejarse llevar con I love your glasses.
Tras presentar a la minúscula banda formada por el habitual Pablo Serrano (The Cabriolets) a la batería y Brian Hunt con look nerd a la guitarra(Templeton, Tuya, ... quien más cerca estuvo en la creación de I love you glasses), siguen cayendo más genialidades como Tarantino o Nick Drake.
Pero, como era lógico no podía olvidarse de lo que la ha situado donde está. Un tímido ooooooh proveniente de la platea se escucha cuando Cigarretes suena, siendo coreada por todos en ligero susurro. También se recordó el anterior trabajo con la versión de Girls just want to have fun de Cyndi Lauper.
Llegando a la recta final, hubo un momento que aunque pasase algo desapercibido para el resto, fue uno de los momentos que más habría que destacar. En un concierto donde salirse del guión parecía complicado, Lourdes nos ofreció una magnifica versión de I don't belive.
La despedida final llegaría con Loving Strangers, banda sonora de Habitación en Roma (Medem) y la oscura A Hat con la madrileña aporreando un tambor.
Así se cerró un noche de amigos. Una noche que se prometía muy feliz pero que se quedó a medio camino. El cambio de estilo de Jero nos dejó con un sabor agridulce, por un concierto que sin ser malo, resulta algo monótono. El de Lourdes da la sensación de que se disfrutaría mucho más en un recinto aún más íntimo, sentado y con gintonic en la mano. Fuerteventura es un muy buen disco, pero en directo se pierden esos matices que con tan solo dos acompañantes no se logran.
No se puede decir que la noche decepciono, pero sí, que en esta ocasión, la magia del Price no llegó.
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1 comentarios:
No estuve en el concierto, pero con el resumen me parece haber estado allí.
ya lo hemos hablado, pero quiero dejar constancia escrita :)Me gustan los discos de Russian Red, pero Lourdes tiene un problema en el directo: no sabe conectar con el público, y eso acaba pasando factura.
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