31 julio 2012
Diario de una festivalera I. LOW COST FESTIVAL.


Como ocurre con casi todo en esta vida, por mucho que hagas planes nunca sabes donde vas a acabar y sin darte ni cuenta de la noche a la mañana, tienes planificadas unas "largas" vacaciones guiadas por la música... Más o menos, eso fue lo que ocurrió cuando a mediados de mayo me encontré con la perspectiva de tres festivales seguidos en verano. Por una razón u otra, resultaba imposible renunciar a ninguno de ellos así que solo nos quedaba la opción de concienciarnos para el tremendo maratón.
Así que, ni cortos ni perezosos, el 27 de julio pusimos rumbo a la costa para iniciar la primera parte del viaje: 10 días de música, risas, playa y unas cuantas sorpresas.
Primera parada: LOW COST FESTIVAL de BENIDORM.
- ¿Low Cost? Uff, buena pinta pero ya voy a dos festivales este verano, creo que voy a pasar.
- Tarde rubia, ya tienes tu entrada.
- O sea que voy sí o sí ¿no?
- Exacto.
Más o menos así fue la conversación que me embarcó en este festival que no entraba a priori en mis planes. Lo segundo que me "convenció", además del cartel y la compañía, fue que no íbamos a camping... así que al respecto nada tengo que decir.
Con una hora de regalo sobre la previsión inicial, aquel viernes llegamos al festival LOW COST de Benidorm, sobrados de tiempo para ver lo que se cocía por allí antes del primer concierto marcado como "obligatorio". Aparentemente todo muy organizado para acceder al recinto, bien organizado siempre que no hubiera más de 50 personas intentando llegar a las taquillas para conseguir su pulsera, la "primera" cola en la que comprobaban tu entrada, y te registraban, se situaba en una entrada minúsucula, tal como se pudo comprobar unas horas más tarde, cuando la gente acudió masivamente al recinto y hubo largas colas de un par de horas. En compensación, la organización anunció que regalaría un "token" -moneda de cambio del Low- a los asistentes, lo cumplió el domingo. También fueron un "pequeño bache" en el camino las escaleras que había en el acceso que más de un susto dieron al público.

Nada más entrar (destacable el inmenso acceso VIP/prensa, en comparación con el acceso general, menos mal que lo abrían para salir...) lo primero que nos llama la atención es, no que ambos escenarios estén bastante cerca, pero "aislados" uno de otro, que es de agradecer, si no que el escenario grande está dentro del campo de fútbol y los accesos son algo "incómodos". Por suerte no hubo mucho problema con este respecto, aunque había que dar rodeos para no pasarte un rato recorriendo unos pocos metros.
Un par de horas más tarde en el mismo escenario disfrutábamos de la chulería de los We are Standard. Completaban la noche, con retraso en los horarios, Suede, como cabeza de cartel, Supersubmarina, The Whip y The Sounds, estos últimos nos pillaron ya demasiado cansados y en retirada, mañana más.
Y así fue, el sábado, cuando la tranquilidad de la playa, el calor y el placer de estar de vacaciones por fin nos liberaron. Llegamos al recinto a tiempo para escuchar a Second en la recta final, cantando en inglés... y a una tímida Anni B Sweet, sola, en el escenario Sol Música. Descubrimos los animosos ritmos de Fanfarlo, seguidos de flamenco fusión de Fuel Fandango para llegar al plato fuerte del festival, Placebo, que reventaron el escenario Budweiser con todo el estadio hasta arriba. Tras ellos el cartel flojeaba un poco, dando paso a El Columpio asesino, La casa Azul, Citizens! y Etienne de Crécy, que fue lo más lejos que pudimos llegar. The Zombie Kids, tuvimos que dejarlos para otra ocasion (Arenal, Sonorama), demasiados chapuzones en la playa.
En general, un festival aún pequeño, modesto, pero con muchas pretensiones. A nivel técnico, aunque aceptable, el sonido era mejorable. Las instalaciones estaban bien, pero se echaba de menos alguna barra más en el escenario LOWER (solo había una en el centro del campo) y cubos de basura aunque afortunadamente el sistema de vasos reciclables mantuvo todo bastante limpio. Hubo bastante descontrol con el tema de las entradas de día, y el acceso no era totalmente libre incluso para los abonos, hasta las 3 de la mañana. Pequeños detalles, que pueden irse limando según la experiencia vaya aumentando. Un punto muy en contra: aunque el combo playa+festival es muy atractivo, a la hora de la verdad el calor acaba pasando factura, resultando en una mala combinación.
Y aún nos quedaba el Arenal Sound... pero ahora, un día de descanso, pisci, playa y una buena comida, aah! y aprovechar la última noche en cama antes del próximo festival...
1 comentarios:
¿Qué tal fue el concierto de Suede? O lo comentáis en la secuela a la entrada...
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