20 diciembre 2012
Fin del Fluido García de Sidonie
12/20/2012
Por: Alberto Garcia
Con la llegada del final de año, llegan los finales de giras de nuestros queridos grupos. En pocos días hemos podido disfrutar de los conciertos de despedida de Supersubmarina, The Right Ons y en último lugar, el de los barceloneses Sidonie, que han puesto punto final a una prolífica gira.
Desde que El Fluido García viera la luz allá por octubre del 2011, no han parado de tocar; ya sea en acústico en pequeñas salas o salones de pisos, o en eléctrico en grandes festivales o en importantes escenarios como el de La Riviera, el elegido para decir adiós a todo un año de nuevos logros conseguidos.
La cercanía con el público, la pasión que éste les muestra,... han de ser algunas de las razones por las que al grupo le gusta tocar en aquí, porque el sonido en esta sala siempre será deleznable. Es increíble que una sala con tantos años de recorrido siga sin poner una verdadera solución a esa acústica atroz. Pese a ello, una vez que el oído se acostumbra y/o el técnico de sonido consigue mitigar los problemas se puede disfrutar de un más que aceptable concierto.
El show de Sidonie apuntaba, como poco, a ser divertido cuando entre las sombras el grupo hacía acto de presencia con copa en mano que brindaban al público. Tras apurar las últimas gotas, daba comienzo el recorrido a El Fluido García, cuya figura gobierna el escenario con su característico turbante y el fluido que no le permite rejuvenecer cuando viaja atrás en el tiempo (de la novela "El Anacronópete" de Enrique Gaspar y Rimbau).
Alma de goma, Persona, La Sombra y Tormenta de verano fueron las primeras canciones en sonar. Esta primera parte del concierto fue la que más temas de este último disco contuvo, pero la discografía de Sidonie es amplia y da para mucho. Por eso pronto se escucharon canciones de La Costa Azul (el disco quizás más redondo de todos), como Costa Azul, Sylvia (que sonó con Bajo un cielo Azul como si de una sola canción se tratara) o Giraluna, tocada a solas por Marc. Decir a solas no es del todo exacto pues el público le acompañaba, más que cantando, gritando.
Es de agradecer que para un final de gira hagan cabida a esas primeras canciones de sus orígenes donde la psicodelia era más patente y el pop mainstream aun quedaba lejos. Pudimos disfrutar de Fascinado (Fascinado, 2005) que hizo levantar los brazos y gargantas del público, de On the Sofa (Shell Kids, 2003) y de Sidonie goes to Varanasi, de la genial Feelin' Down o de Sidonie goes to moog (Sidonie, 2001) con la que abandonaron el escenario.
Mejor hubiera sido tocar alguna de estas primeras canciones que la versión castellanizada de Kids (MGMT) con una letra que es mejor no recordar.
Para cerrar la noche dejaron Nuestro baile de viernes y El Incendio, canción que se ha convertido en bandera del grupo tras tomar ese cariz algo más comercial.
Si algo buen tiene un concierto de Sidonie es el largo repertorio que tienen con el que logran que el ritmo no decaída ni un instante y dos horas de concierto se hagan incluso cortas. Si a eso le añades la puesta en escena y su cercanía y simpatía, una noche divertida está asegurada.
Tanto era así que el público quería más. Así que acompañados de una acústica y pandereta versionaron All I Have to do is Dream (The Everly Brothers) entre un público que se arrodillaba a sus pies.
De este modo, entre su público, decían adiós a su El Fluído García.
Es de agradecer que para un final de gira hagan cabida a esas primeras canciones de sus orígenes donde la psicodelia era más patente y el pop mainstream aun quedaba lejos. Pudimos disfrutar de Fascinado (Fascinado, 2005) que hizo levantar los brazos y gargantas del público, de On the Sofa (Shell Kids, 2003) y de Sidonie goes to Varanasi, de la genial Feelin' Down o de Sidonie goes to moog (Sidonie, 2001) con la que abandonaron el escenario.
Mejor hubiera sido tocar alguna de estas primeras canciones que la versión castellanizada de Kids (MGMT) con una letra que es mejor no recordar.
Para cerrar la noche dejaron Nuestro baile de viernes y El Incendio, canción que se ha convertido en bandera del grupo tras tomar ese cariz algo más comercial.
Si algo buen tiene un concierto de Sidonie es el largo repertorio que tienen con el que logran que el ritmo no decaída ni un instante y dos horas de concierto se hagan incluso cortas. Si a eso le añades la puesta en escena y su cercanía y simpatía, una noche divertida está asegurada.
Tanto era así que el público quería más. Así que acompañados de una acústica y pandereta versionaron All I Have to do is Dream (The Everly Brothers) entre un público que se arrodillaba a sus pies.
De este modo, entre su público, decían adiós a su El Fluído García.
Fotos: Victor Álvarez / Leticia Corbacho
2 comentarios:
Como siempre muy buena entrada,
estoy de acuerdo con que la versión de Kids de Sidonie es espantosa...
Muy chulas las fotos, últimamente veo que están muy bien ilustradas vuestras entradas....
Sonido atroz, lamentable, puff todos los adjetivos que se te ocurran. Menos mal que estando en cuasi primera fila se te olvida todo :)
El Giraluna como siempre de los mejores momentos... y las locuras de estos 3!!
¿Te gustan las fotos, Capi? :P
Publicar un comentario