23 febrero 2013
Disfrute Pasajero
2/23/2013
Por: Galos En Galia
Por Natxo Nieto
Sala El Sol 20 Febrero 2013 22:30
Una de las
cosas buenas de Madrid es que una noche de miércoles, por el irrisorio
precio de 8 €, te puede salir un gran plan con música en vivo.
Esta vez ocurrió en la mítica sala El Sol, y los protagonistas fueron los componentes de Pasajero, con motivo de la presentación de su primer disco: Radiografías.
Con un inicio de show poblado de atmósferas sónicas procedentes de los sintetizadores y teclados de Eduardo Paynter, en camisa blanca, envolvieron la sala como un abrazo a los allí presentes, vibraciones estomacales procedentes de la gravedad de las cuatro cuerdas manejadas por el cantante Daniel, (camisa negra remangada), ritmos de letanía procedentes de los golpes de las baquetas de Josechu (corbata, chaleco y camisa en tonos oscuros), y acompañados por la guitarra de Eduardo Martín (otra camisa negra).
Dos canciones abrigadas por la labor de los teclados, y la voz penetrante, dieron paso a la presentación de la banda y a la primera de las colaboraciones sorpresa de la noche, Manolo Cabezalí; prolífico productor y guitarrista de Havalina, en lo que empezó a ser la revolución de las guitarras, en la interpretación de Accidentes.
Las sorpresas no acabaron ahí, pues a la fiesta se sumaron los vocalistas Alex Ferreira, con su bigote y rizada cabellera en Volverme a preguntar, y Gelo Nutopia, con sus rubias rastas moviéndose por el escenario poniendo voz en Tu Circo. Estos invitados, según abandonaban el escenario, se mezclaban con el público. Por si no hubiera suficiente invitado, también se hizo homenaje a la Vaca Azul versionando uno de sus temas.
Según avanzaba el concierto, la guitarra iba ganando terreno al sintetizador, tornándose en rock, los rasgueos se aceleraban, llegando a su cénit en la interpretación del hit Borro mi nombre. Antes de la misma se produjo el turno de agradecimientos, y después el grupo abandonó el escenario.
Sólo volvió Eduardo (cantante) para tocar en solitario con la única ayuda de una guitarra y su voz el tema En la Mitad. Reapareció el resto de la banda acompañados de Manolo Cabezalí, quien metió el jack en su guitarra y lanzaron el que sería el último tema Autoconversación, aderezado y prolongado con dos bombos incrustados en las primeras filas, acompañando la reiteración del verso “Y lo demás no importa”, estirando el fin de fiesta todo lo posible y poniendo banda sonora a una cascada de globos sobre el respetable.
En resumen, un concierto en el que las atmósferas del teclista fueron cediendo terreno tras atrapar a la audiencia a favor del guitarreo y la intensidad lírica, de menos a más durante algo más de una hora, y eso se reflejaba en los movimientos de los asistentes a la puesta en largo de esta interesante banda.
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